Creado el 18 de Marzo de 2009

viernes, 27 de marzo de 2009

ENTREVISTA REALIZADA A ALFONSO RÁEZ (MI ABUELO) PARA LA REVISTA IBIUT







4 comentarios:

  1. Jose Ramón Ráez Hidalgo29 de marzo de 2009, 23:30

    Yo la tengo por mi casa... me gustaria dejar una reflexion que he pensado muchas veces y es la siguiente:

    - Jamas se me olvidara subir el primer hueco de escaleras y dejar a la izquierda el baño, llegar a la primera planta y mirar esa cama con el perchero al fondo, pared de madera imitada, cuadro santo al cabecero, girar la cabeza y encontrar siempre un mueble, oscuridad y la sombra de una puerta abierta (yo sabia que dentro estaba la cama, grande, muy grande) y girar, ver ese espejo adornado a los lados, color ocre, reflejada en el las macetas del descansillo hacia una segunda planta, subir y asegurarme que la puerta de la izquierda estaba cerrada, no vaya a ser que alguien saliera por esa oscura habitacion con dos camas, una mesita y un rosario, eso si, siempre con la luz rasante de una ventana de madera mal cerrada por el tiempo a traves de una rendija a traves de la que se veia esa otra habitacion, una cama mas, en la que una noche recuerdo esperar a que las estrellas se alinearan (verdad tete?) y entonces arriba, girar la mirada a la derecha, apoyar la mano en el pomo, suspirar, volver a mirar atras, no fuera que..., y luego, abrir esa puertecita de madera, empujarla y en silencio asomar la cabeza, butaca oscura y vieja, roja y verde con motivos florales, la de la abuela (pensaba yo), meter la mano y buscar un interruptor pequeño, redondo y de pronto, iluminarse una bombilla tenue en el techo, descubriendome las velas en redondo en el suelo, aquel papa que presidia la sala, el dibujo a la derecha de un tal familiar, unas sillas plegadas al lado de unas cortinitas oscuras, siempre oscuro, y en la gran pared, su señor, permanente e inmovil, como una viga de carga, pues creo que eso era, por que no me imaginaba sin ese tapiz la habitación, pero lo mas importante, debajo de su suave y translucida sabana, siempre aparentemente limpia, besada por mi, mi madre, mi padre y otros tantos que ya no cabrian las firmas en una biblia, y alli yacente, la imagen, esa imagen, nuestra imagen, mi imagen, sin la cual nunca imagine la casa, esa casa, nuestra casa, mi casa, pues que era la casa sin el cristo, y el cristo sin el abuelo, y el abuelo sin la casa, y es que no se que pensar, su tuviera que volver a subir, no lo haria, no soportaria ver luz a traves de las ventanas, no soportaria ver unas camas de mantas relucientes, unas paredes recien pintadas, papel decorativo en los bajos, y en la habitacion de arriba, a su derecha, ¿que habria? ¿que hay? no me atrevo a subir, no quiero subir, me niego a subir, esa habitacion siempre sera lo que es, su habitacion. -

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  2. Yo aún sigo esperando que se alineen las estrellas...

    Lo siento, pero a mí esa habitación siempre me dio miedo.

    Buen artículo, no lo conocía :)

    Rocío

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  3. Jose Ramon Raez Hidalgo30 de marzo de 2009, 16:32

    nunca se alinearan pero era la ilusion de ser niño jajaja

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  4. Andrés Ráez Ortega5 de mayo de 2009, 17:38

    Que buenos recuerdos me trae todo lo que habeis expuesto en vuestros comentarios.

    Besos para todos.

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